Transcripción de vídeo
Continúe. - Me llamó porque tenía que dictarme cartas.
Estaba sentada en mi escritorio y él estaba de pie detrás de mí.
El tono de su voz era tan cálido y ese perfume de colonia que embriagaba la habitación y mis fosas nasales eran demasiado para resistirlo.
Tocó el hombro y salté como un resorte.
Nuestros rostros estaban uno al lado del otro, quietos y en silencio nos miramos durante mucho tiempo.